jueves, 21 de octubre de 2010

Sueños

Cerré los ojos y estaba ahí, conmigo. Abrazándome tan fuerte que apenas podía respirar. Me besaba, me abrazaba, me hablaba. Ya había vuelto y estaba conmigo. Como si nunca se hubiera ido.
Tumbados en mi cama me contaba su viaje, las cosa que había vivido. Estás más morenito! Silenciosas miradas, sonrisas cómplices,... abrazos y más abrazos.
Poco a poco veía como sus ojitos se iban cerrando, como siempre y caía preso del sueño. Le miraba y sonreía pensando: ya estás aquí! y me acurrucaba como una bolita en su costado.
Abrí los ojos, miré a mi alrededor y ya no estaba. Tan solo en el espejo apareció un pequeño testigo de su presencia, reflejado en mi cara :).

No hay comentarios:

Publicar un comentario