Conocí a Judith en el instituto. Ella estaba un curso por debajo pero era muy amiga de una chica de clase y cuando saliamos venía. Ellas dos dejaron de mantener contacto pero nosotras seguimos hablando y hasta hoy. Carlos, era compañero de la universidad, casualmente primo de Judith. Ana y yo, somos lo que quedó de dos relaciones fallidas, la suya y la mía. Yo iba con su novio al cole y después él, coincidió con mi ex en el instituto. Curiosamente, comenzamos a tener más relación cuando los dos nos dejaron.
Hace ya tres años, llevé a Ana al cumpleaños de Carlos. Allí se conocieron. Unas semanas después nos fuimos los cuatro a Galicia y allí surgió el amor entre ellos. Quedábamos mucho, siempre los cuatro, pero poco a poco con las rutinas de cada uno, dejamos de hacerlo. Quizás yo menos, Ana vive muy cerquita y con Carlos, a parte de ir a clase de nuevo juntos, suelo trabajar conjuntamente en algún que otro proyecto.
El caso es que desde la navidad pasada, no nos juntábamos todos y la verdad, ha sido genial.
Fuimos a ver su casita, pequeña, acogedora. Lo mejor de todo, se les veía tan contentos :). Estuvimos hablando, cenando y riéndonos jejeje me duele un poco la tripilla hoy por las agujetas de reir. Así a lo tonto, nos dieron las 4 de la mañana. No había bebido, pero con la hora y el dilubio universal que estaba cayendo, decidimos dormir allí.
Estuvimos hablando del destino y de que si realmente la vida de cada uno estaría escrita. Me gusta pensar que no y que el rumbo que va tomando cada cosa, tan solo depende de las acciones y decisiones que vamos tomando con el paso del tiempo.
Fue curioso porque echando la vista atrás nos dimos cuenta de que había cosas desagradables que nos habían pasado, que si no hubieran sucedido probablemente nunca nos hubiéramos juntado los cuatro ni ellos estarían viviendo ya juntos.
Si yo no hubiera tenido esta vena "detectivesca" nunca me habría reencontrado con los viejos compañeros del cole y nunca te hubiera conocido y todo porque un día me aburría y me dio por buscar :).
Hace ya tres años, llevé a Ana al cumpleaños de Carlos. Allí se conocieron. Unas semanas después nos fuimos los cuatro a Galicia y allí surgió el amor entre ellos. Quedábamos mucho, siempre los cuatro, pero poco a poco con las rutinas de cada uno, dejamos de hacerlo. Quizás yo menos, Ana vive muy cerquita y con Carlos, a parte de ir a clase de nuevo juntos, suelo trabajar conjuntamente en algún que otro proyecto.
El caso es que desde la navidad pasada, no nos juntábamos todos y la verdad, ha sido genial.
Fuimos a ver su casita, pequeña, acogedora. Lo mejor de todo, se les veía tan contentos :). Estuvimos hablando, cenando y riéndonos jejeje me duele un poco la tripilla hoy por las agujetas de reir. Así a lo tonto, nos dieron las 4 de la mañana. No había bebido, pero con la hora y el dilubio universal que estaba cayendo, decidimos dormir allí.
Estuvimos hablando del destino y de que si realmente la vida de cada uno estaría escrita. Me gusta pensar que no y que el rumbo que va tomando cada cosa, tan solo depende de las acciones y decisiones que vamos tomando con el paso del tiempo.
Fue curioso porque echando la vista atrás nos dimos cuenta de que había cosas desagradables que nos habían pasado, que si no hubieran sucedido probablemente nunca nos hubiéramos juntado los cuatro ni ellos estarían viviendo ya juntos.
Si yo no hubiera tenido esta vena "detectivesca" nunca me habría reencontrado con los viejos compañeros del cole y nunca te hubiera conocido y todo porque un día me aburría y me dio por buscar :).
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