Qué llevará la comida libanesa que te hace perder hasta la noción del tiempo mientras la saboreas?
Ayer fue un día horriblemente malo. En el trabajo tenía frío, calor, no sabía ya ni cómo sentarme. No había manera.
Pensé que sería un día tranquilo y me traje los deberes. Intenté hacer algo sin conseguir nada. La electricidad y yo no terminamos de entendernos. Es desesperante ver que tienes que conseguir un resultado y por más vueltas que le das no sale. Comparando, ves la diferencia pero no llegas a entender porqué lo que tú haces no está bien.
Al tiempo que hacía agujeros en el folio de tanto borrar resultados erróneos, un montoncito de papeles iba creciendo en mi mesa y la bandeja de entrada de outlook tb aumentaba.
Cuando avanzar depende de una llamada de teléfono que no es respondida, la impotencia y calentamiento personal crecen de manera exponencial.
El mundo se hace grande y tu pequeñito, debes hacer algo pero no puedes. Al final todo se termina arreglando pero en ese momento la mejor solución es que te trague la tierra.
Después llegó mi hora, bien! al menos en casa estaré más tranquila, mi mente se abrirá y los problemas saldrán a la primera.. ERROR!
El muro que me separa de los cables seguía ahí. Google se cerró en banda y no ayudó nada. Mientras esperaba ver una nube de color verde fui capaz de hacer medio ejercicio. Estoy orgullosa de mi misma!!... Qué voy a hacer el día del examen si no soy capaz de resolver un problema viendo el resultado?
No hay nube, no llego al resultado, no encuentro lo que busco, porqué?
Por suerte, antes de que mi materia gris se evaporase por completo, una cara amiga apareció por la puerta.
Salimos, respiramos. Saboreamos aquellas delicias intentando arreglar el mundo sin darnos cuenta de que éste cada vez era más tenue y terminó por desaparecer.
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