Nada más lejos de la realidad. Ayer llegué a casa casi a las 11:30. Pero creo que me he dormido a las 2. Tenía a la tropa en la habitación de al lado riéndose, viendo la tele... Como el perro les molestaba cerraron la puerta y se puso a llorar y rascar a ver si le abrían.
Después se fueron, al rato volvieron y así se tiraron hasta que ya me levanté con los cables cruzados e intenté poner orden.
Como no ando muy sobrada de horas, no he podido racanear camita. La idea de la siesta me ha motivado y más o menos me he levantado con poco esfuerzo.
Y aquí estoy.. con cero ganas de trabajar, delante del ordenador, deseando con todas mis fuerzas hacer un viaje astral para que el tiempo haga triiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii y que las 8:40 que son ahora pasen a ser las 15:30. Y hacer ñieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen y al sofá. Weno, primero como luego vagueo.
Ayer lo pasamos muy bien. La casa de Miriam es muy chula. Cenamos en el italiano que pone platos de cantidad industrial. Hablamos de nuestras cosis, muy bien :).
Deberíamos quedar más a menudo!
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