viernes, 1 de julio de 2011

No te he dicho ...

....porqué te di mi anillito especial.

No fue porque tuvieses algo mío, o bueno quizás si pero no era ese el motivo principal.
Esa sortija la tenemos casi casi como un tesoro.

Un familiar, no recuerdo bien el parentesco, la hizo en su taller y se la puso a mi madre una noche mientras dormía, allá cuando rondaba los 9 años.
Le contó que había sido su ángel de la guarda, que el anillo tenía poderes y que nunca le pasaría nada porque con el siempre estaría protegida.
No se, quizás por esas historias, siempre me ha gustado mucho. Cuando a mi madre ya no le cabía me lo dio.

Antes no podía ponérmelo. No me entraba a mi tampoco. Rara vez lo llevaba y siempre tenía que ser en el dedo meñique.
Desde que ví que podía llevarlo sin que el dedo perdiese riego sanguíneo, lo llevo puesto. Me gusta, me tranquiliza porque aunque sea una tontería, cuando lo miro veo la parte positiva de las cosas y se que van a salir bien.

Por eso quise que te lo llevases. La magia no deja de ser ilusión.
Si cuando está conmigo las cosas van bien, mientras esté contigo, también será así.


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